Llevar un registro de tu historial de vacunación puede sentirse como una misión imposible, especialmente si no tienes acceso a tus registros médicos de la infancia. Conocer tu estado de vacunación es esencial, ya sea para cumplir con requisitos escolares, laborales o de viaje, o simplemente para asegurarte de estar al día.
Lamentablemente, en EE.UU. no existe una base de datos nacional que almacene registros de vacunación. Sin embargo, hay varias maneras de intentar rastrearlos y, si todo falla, hay pasos que puedes tomar para garantizar que estás protegido.
Comienza con tus registros médicos
La mejor forma de confirmar qué vacunas has recibido es revisando tu historial médico. Según los CDC, tu historial de vacunación puede haber sido registrado por el médico o la clínica donde te aplicaron las vacunas, aunque los proveedores de salud suelen conservar estos registros solo por un tiempo limitado. Si te has mudado o cambiado de médico, tus proveedores de salud anteriores podrían aún tenerlos archivados.
También vale la pena verificar con las escuelas o universidades en las que estudiaste, ya que a menudo requieren prueba de vacunación y podrían haber retenido esos registros durante algunos años después de tu salida.
Algunos estados cuentan con Sistemas de Información de Inmunización (IIS, por sus siglas en inglés) que mantienen registros de vacunación, aunque no siempre incluyen las vacunas aplicadas en la edad adulta. Puedes contactar al departamento de salud de tu estado para averiguar si pueden ayudarte a localizar tu historial de vacunación. Los CDC ofrecen un directorio de estos registros para facilitar el proceso.
Si sigues sin estar seguro, verifica con trabajos y jefes anteriores, especialmente si trabajaste en el sector de la salud, en el ejército o en otros empleos que requieren vacunas obligatorias. Algunas empresas conservan registros de las vacunas necesarias en sus archivos.
¿Qué hacer si no puedes encontrar tus registros?
Si no puedes encontrar tus registros, no entres en pánico. Los CDC aseguran que repetir vacunas es seguro, incluso si ya recibiste una dosis o el esquema completo. Aunque no es ideal recibir vacunas adicionales innecesariamente, hacerlo garantiza que estás protegido contra enfermedades prevenibles.
Otra opción es realizar un análisis de sangre, conocido como prueba serológica. Este método detecta anticuerpos en tu sangre para determinar si ya eres inmune a ciertas enfermedades. Según investigaciones publicadas en la revista Vaccine, la prueba serológica ha sido útil para verificar inmunidad en casos en los que la documentación está perdida, especialmente con vacunas como sarampión, paperas, rubéola, varicela (viruela del pollo), hepatitis B y tétanos. Sin embargo, no todas las vacunas dejan niveles de anticuerpos fácilmente medibles y, en algunos casos, la prueba puede ser más costosa que simplemente volver a vacunarse. Tu médico puede ayudarte a determinar si esta opción es adecuada para ti.
Usar esquemas de vacunación pasados como guía
Si intentas estimar qué vacunas has recibido, revisar los esquemas de vacunación anteriores puede ser de ayuda. Las recomendaciones han cambiado con el tiempo a medida que se han introducido nuevas vacunas y eliminado otras.
Por ejemplo, si naciste después del año 2000, es probable que hayas recibido vacunas infantiles de rutina como la de la hepatitis B, DTaP (difteria, tétanos y tos ferina), polio, MMR (sarampión, paperas y rubéola) y varicela. Si naciste antes de 1971, es posible que la vacuna contra la viruela haya sido parte de tu historial de inmunización. Sin embargo, los esquemas varían según el año y las circunstancias individuales, por lo que esta información debe usarse solo como referencia y no como confirmación.
Cómo mantener un registro en el futuro
Una vez que hayas reunido tu historial de vacunación (o recibido las dosis de refuerzo necesarias), es fundamental mantener un registro actualizado de tus vacunas. Los CDC recomiendan llevar un registro personal de vacunación y guardarlo con otros documentos importantes.
Muchos estados ahora permiten almacenar registros de vacunas electrónicamente en sus bases de datos de inmunización, y aplicaciones como Docket o MyIR Mobile proporcionan acceso digital a los historiales de vacunación en ubicaciones específicas. Algunos proveedores de salud también pueden actualizar tu registro en un sistema electrónico de salud.
En última instancia, estar al tanto de tu estado de vacunación puede ahorrarte tiempo cuando necesites presentar prueba de inmunización. Ya sea mediante registros antiguos, pruebas de sangre o revacunación, siempre hay maneras de asegurarte de estar protegido contra enfermedades prevenibles mediante vacunas.
Este artículo fue actualizado el 5 de marzo de 2025. .