Síntomas y agente causante
La tos ferina es una enfermedad sumamente contagiosa provocada por la bacteria Bordetella pertussis, la cual produce toxinas que paralizan partes de las células que conforman el aparato respiratorio, conduciendo así a una inflamación del tracto respiratorio.
En general, el periodo de incubación para la tos ferina es de 7 a 10 días, pero puede durar más de un mes. Después de que los síntomas aparecen por primera vez, la enfermedad puede tardar de semanas a meses para seguir su curso completo.
Los síntomas iniciales pueden incluir escurrimiento nasal, estornudos y tos ligera, lo cual podría parecer un resfriado común. Por lo general, también se presenta una fiebre leve, pero la tos se hace poco a poco más intensa. Finalmente, el paciente pasa por episodios de tos rápida, seguidos por el sonido de un resoplido característico de la enfermedad, y que surge cuando se trata de inhalar. Mientras pasa el episodio de tos, el paciente puede ponerse azul.
Aunque los síntomas pueden ser menos graves para los adultos, la tos ferina puede ser sumamente peligrosa para los bebés y niños pequeños.
Entre episodios de tos, por lo general, la persona no parece estar enferma.
Transmisión
Aunque los casos de tos ferina han disminuido considerablemente en Estados Unidos desde que se introdujo la vacuna, la enfermedad ha provocado brotes extensos cuando se han disminuido las tasas de vacunación. Un brote reciente en California resultó en la muerte de cinco bebés en los seis primeros meses del 2010.
La tos ferina es también un problema importante en los países en desarrollo; la Organización Mundial de la Salud calcula que en el 2003 hubo casi 280,000 muertes en todo el mundo debido a la enfermedad.
La tendencia a que la tos ferina sea más leve en adultos, y que a veces se escape al diagnóstico, complica todavía más la transmisión de enfermedades. La tos relacionada con la enfermedad puede ser lo suficientemente leve en el caso de un adulto, y se puede descartar como un resfriado común. Sin embargo, el adulto todavía será contagioso, y puede transmitir fácilmente la enfermedad a los bebés que no tengan la edad suficiente para ser vacunados, o a personas cuya inmunidad ha disminuido.
Tratamiento y cuidado
Por lo general, el tratamiento para la tos ferina está limitado al cuidado paliativo. A veces se usan antibióticos, pero se hace principalmente para eliminar la bacteriaBordetella pertussis de las secreciones del paciente infectado, y así reducir su capacidad de infectar a otros. El tratamiento con antibióticos tiene pocas posibilidades de afectar el curso de la enfermedad, a menos que se otorguen en la etapa inicial.
Se puede dar antibióticos a las personas en contacto con el paciente, con el fin de prevenir la infección.
Complicaciones
Los bebés tienen el riesgo particular de sufrir complicaciones por tos ferina, y el porcentaje más alto de complicaciones ocurre en niños menores de seis meses de edad; éstas incluyen neumonía bacteriana, ataques, infecciones de oído y deshidratación, entre otras; en adultos, también es posible que se fracturen las costillas por la tos.
La más frecuente de estas complicaciones es la neumonía bacteriana, que también es la causa de muerte más común debida a la tos ferina.
Vacunas disponibles y campañas de vacunación
La vacunación contra la tos ferina está disponible para los niños a través de la vacuna conjugada DTaP (difteria, tétanos y tos ferina). La vacunación DTaP reemplazó a la inyección DTP utilizada anteriormente, que protegía contra las tres enfermedades, pero usaba una preparación de células completas en el componente de la tos ferina; es decir, contenía bacterias inactivas, pero completas, de la bacteria Bordetella pertussis. Para la vacuna conjugada DTaP, se eliminó la preparación de células completas; “aP” significa “tos ferina acelular”, por su origen en inglés. Esta vacuna brinda protección contra la enfermedad al usar únicamente partes de la bacteria de la tos ferina, lo cual tiene menos efectos secundarios que la preparación con las células completas.
Una vacuna conjugada similar, llamada Tdap, ofrece protección de refuerzo contra tétanos, difteria y tos ferina para adolescentes y adultos, en ciertas situaciones.
Recomendaciones para la vacunación en EE.UU.
La vacunación contra la tos ferina está incluida en el programa de vacunación infantil de EE.UU. como parte de la vacuna conjugada DTaP (difteria, tétanos y tos ferina). Esta vacuna se aplica en cinco dosis: la primera se recomienda a los dos meses de edad, y la última entre los cuatro y los seis años.
Para adultos que tienen contacto cercano con niños menores de un año de edad, se recomienda una dosis de refuerzo de la vacuna contra la tos ferina mediante la vacuna conjugada Tdap. Esta recomendación se hace principalmente para proteger a los niños que son demasiado pequeños como para que los vacunen, o cuya inmunidad tal vez todavía no sea suficiente como para prevenir la infección por tos ferina, así se reduce la cantidad de personas vulnerables que podrían enfermarse de tos ferina y hacerse contagiosas. Su médico le puede dar más detalles sobre cuándo considerar un refuerzo de Tdap.
Fuentes de información
Centers for Disease Control and Prevention. . Epidemiology and Prevention of Vaccine-Preventable Diseases. Atkinson, W., Wolfe, S., Hamborsky, J., McIntyre, L., eds. 13th ed. Washington DC: Public Health Foundation, 2015. Acesado el 25 enero 2018.
CDC. [es]. Acesado el 25 enero 2018.
CDC. . (1997). Morbidity and Mortality Weekly Report, 46(RR-7);1-25. Acesado el 25 enero 2018.
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Ultima actualización 25 enero 2018